La creciente digitalización de la pyme vasca

Etiquetas: Tecnología

La transformación digital sigue siendo un reto para las pymes vascas, pero estas ya han dado un paso al frente para abordarlo y conquistarlo en favor de la productividad y la mejora competitiva. La exigencia del reto no es desdeñable ya que entre otras particularidades, la digitalización de la pyme es un camino sin final debido a la continua evolución y desarrollo de la tecnologí­a principalmente.

Existen varios frentes sobre los que actuar para lograr una empresa más digital; lo cual implica un mayor esfuerzo a varios niveles. Pero la recompensa prometida compensa la dedicación: una compañí­a mejor preparada para adaptarse a la realidad cambiante; valor imprescindible para el futuro.

 

Evolución digital de la pyme

A pesar de todo lo que queda por hacer, el avance ha sido espectacular. Como en casi cualquier cuestión relacionada con los negocios, el tamaño de la empresa es determinante. Así­, se aprecia un mayor número de organizaciones “digitales” entre las compañías de gran tamaño, mientras que en las pequeñas y medianas empresas la penetración es menor.

En cualquier caso, en pocos años, las pymes de nuestro entorno se han ido digitalizando hasta el punto de parecernos inimaginable que exista una empresa sin equipos informáticos de cierta capacidad. Hoy en día, la utilización de equipamiento informático, el acceso a internet y en menor medida, el uso de dispositivos conectados por parte de los empleados son recursos utilizados en la mayorí­a de compañí­as.

La presencia online, del mismo modo, es cada vez más habitual. Las empresas comienzan a sacar partido a las herramientas web para aumentar ventas, mejorar la imagen u ofrecer información adicional entre otras cosas. Compañí­as de cualquier tamaño son susceptibles de contar con una página web corporativa, blog o incluso ecommerce. También es cada vez más extendido el uso de redes sociales, donde más de la mitad las usan. Los beneficios más buscados de los social media son fundamentalmente la comunicación con clientes, difusión de contenidos propios, generación de contactos y el servicio de soporte. Los recursos para lograr los objetivos marcados son prácticamente ilimitados, y las modas nos traen nuevos cada poco tiempo: webinars, internet de las cosas, ebooks, wearables… y todos los anglicismo que se os puedan ocurrir.

En el empleo de software de gestión, también se ha dado una gran evolución. De nuevo, el tamaño de la empresa es determinante; pero en este caso lo es para determinar el tipo de software más que para disponer del mismo o no. De este modo, casi la totalidad de las organizaciones cuentan con algún tipo de software de gestión: las pymes que requieren de una exigencia mayor tienen ERP, CRM y/o BI; mientras que las más modestas cuentan habitualmente con algún otro software, principalmente para facturación y contabilidad.

En relación al uso de cloud, si bien se aprecian algunas reticencias que comienzan a desaparecer, se puede decir que es una de las causas por las que las pequeñas empresas se equiparan de algún modo a las grandes. La reducción de costes de la nube permite a estas compañí­as contar con software de gestión avanzado, almacenamiento remoto, herramientas para la productividad y otras utilidades que hasta hace poco estaban vetados para ellas. En estos momentos es una de las puntas de lanza para la digitalización de la pyme.

El avance experimentado en términos de movilidad tanto a nivel tecnológico como en la transformación de hábitos en los últimos 10 años ha sido especialmente rápido. Esto ha provocado que en poco tiempo, las compañí­as identifiquen la movilidad como algo natural y necesario. La comunicación con clientes y colegas de trabajo experimentan una notable mejoría con empleo de dispositivos y aplicaciones móviles; pero también son de especial relevancia para buscar información, compartir documentos o realizar algún tipo de trámite en menos tiempo y cualquier lugar.

Entre las tendencias de futuro que ya podemos apreciar hoy en dí­a, las posibilidades y los retos son importantes. Desde el necesario control (sobre todo desde el punto de vista de la seguridad) que supone el cada vez más habitual BYOD, hasta las posibilidades que abre la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual, tanto en industria como en servicios.

 

Retos pendientes para la transformación digital de la pyme

Los retos a los que se enfrenta cada empresa pueden ser muy distintos en función del modelo de negocio y la tipologí­a de cliente. En cualquier caso, existen una serie áreas que podemos identificar como fundamentales para un amplio sector de las pymes, e incluso de las empresas de mayor tamaño. Podrí­amos clasificarlos en 5 grandes bloques:

 

Movilidad

Supone un área de gran extensión que engloba capacidades tan dispares como la comunicación con clientes mediante nuevas herramientas (como apps de mensajerí­a instantánea) o la posibilidad de acceso remoto a la información de la propia empresa por parte de sus trabajadores, en cualquier momento y lugar. Los dispositivos móviles y la nube son piezas clave.

 

Conexión 24/7

Los clientes requieren servicio en cualquier momento, incluso cuando la empresa está cerrada. No sólo se trata de vender productos a cualquier hora, sino la posibilidad de ofrecer soporte o información sin importar horarios, lugares, ni dispositivos. Aquí­ juega un papel fundamental la web, las redes sociales o la tienda online; pero también otras cuestiones menos extendidas como apps corporativas o asistente virtuales.

 

Papel

Posiblemente nunca desaparezca del todo, pero avanzar en la reducción del uso de papel en la empresa puede convertirse en un objetivo primordial para mejorar la comunicación, el almacenamiento de información, el ahorro de costes, al rapidez de las operaciones y otros beneficios.

 

Conocimiento

La toma de decisiones correctas y ágiles va a marcar el futuro de las empresas. Análisis de datos, visualización de información, Business Intelligence, software de gestión, big data… son elementos cada vez más comunes para reducir riesgo y aumentar beneficios.

 

Seguridad

Un valor fundamental, no sólo por el riesgo que supone para la información y la comunicación en la empresa; sino también para la confianza por parte de los clientes y por supuesto, para evitar sanciones legales. La seguridad lo impregna todo en la digitalización de la pyme y supone un reto mayor a medida que aumenta la información compartida.

 

Euskadi a la vanguardia de digitalización de la pyme

En el Paí­s Vasco, quizá por su tradición industrial, se está dando un fuerte impulso a las cuestiones relacionadas con la fabricación avanzada en las que la digitalización juega un papel crucial. Ese papel se ha traducido en inversiones y la firma de acuerdos de impulso. Como ejemplo de este último punto, tenemos el acuerdo de colaboración firmado por la Comunidad Autónoma Vasca con la pionera región alemana de Baviera, que ofrece un amplio abanico de oportunidades.

La consejera vasca Arantxa Tapia considera que la CAV puede mejorar sus capacidades en tecnologí­as de la información y la comunicación, la estrategia de fabricación y las herramientas de simulación. A su vez, la citada consejera de Desarrollo Económico y Competitividad cree que Euskadi tiene una posición competitiva relevante en el desarrollo de clústers y la transferencia de la I+D+i a la implantación industrial.

La Comunidad Autónoma Vasca destaca en términos de innovación a nivel internacional, lo cual facilita la aceptación e implementación de novedades en las empresas como las anteriormente citadas; pero aún existe margen de mejora. Por ejemplo, las empresas vascas destacan en servicios de alta tecnologí­a pero están por debajo de la media europea y española en venta mediante tecnologí­a (ecommerce).

A la vista de los datos, nos encontramos en una buena situación pero debemos ser conscientes de dos puntos fundamentales. El primero que el margen de mejora es todaví­a grande; y el segundo pero no menos importante, que el camino de la digitalización no acaba nunca, aunque sí­ permite ir consiguiendo hitos y resultados. El premio gordo: empresas más fuertes, más competitivas, más eficientes y más pujantes.