¿Ha llegado el momento de tener un ERP en tu empresa?

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La respuesta fácil es sí: si a estas alturas tu empresa no dispone de una herramienta integral de gestión, es hora de tener un ERP.

El software de planificación de recursos empresariales tiene una penetración amplia en el tejido empresarial. Una gran parte de empresas lo utilizan para la gestión diaria de sus negocios; aunque su uso es desigual atendiendo al tamaño de la empresa. En grandes y medianas empresas, es poco común encontrar organizaciones sin programas de este tipo. Por el contrario, en pequeñas empresas, aunque cada vez mayor, su utilización no está tan extendida.

Por tanto, la situación del mercado nos da una primera pista para saber si ha llegado el momento de tener un ERP: a medida que la compañía adquiere un tamaño notable y una creciente complejidad en las operaciones, es hora de iniciar el proceso. Sin embargo, ese pistoletazo de salida puede llegar tarde; por lo que a continuación recopilamos una serie de situaciones que habitualmente son una señal para implantar un ERP.

 

10 Señales que indican que tu empresa necesita tener un ERP

 

Descontrol en la información

Una vez que las operaciones, los contactos o las referencias adquieren una magnitud considerable; es imposible llevar un control estricto sin un ERP. Las hojas de Excel o programas de contabilidad llegan hasta donde llegan, por lo que implantar un ERP es la única forma de llevar un control y evitar la duplicidad de datos y tareas.

 

Desconocimiento de la marcha del negocio

Cualquier responsable de empresa tiene una noción más o menos realista de la marcha del negocio. Pero para no perder competitividad es vital que esa visión sea clara y correcta. Si una empresa no sabe dónde están sus ineficiencias, qué errores se cometen en la cadena productiva; o si es necesario destinar mucho tiempo y recursos para conocerlo, un ERP es la solución.

 

Cuellos de botella que paralizan la actividad

Quizá no se haya llegado al punto de paralizar la producción, pero llegará. Por eso, en cuanto se detecte un cuello de botella o un proceso que sufra paradas de forma repetitiva, hay que plantear el uso de un ERP.

 

Falta de respuesta a las nuevas necesidades

Las soluciones especializadas pueden ser útiles en ciertas ocasiones, pero una empresa que quiere crecer no puede permitirse tener herramientas inconexas, al ser fuente de problemas y un sumidero de productividad a partir de un nivel de operaciones importante.

 

Visión sesgada del negocio

En el momento que resulta imposible o tremendamente costoso tener una visión global del negocio, es necesario poner orden cuanto antes. A esto hay que sumar el problema de que esa visión sea real, para lo cual se debe confiar en el que el dato almacenado es único y bueno.

 

Poca colaboración y fricción entre departamentos

Estando “en familia” es fácil manejar estas cuestiones, pero cuando se multiplican departamentos, áreas y procesos; se hace muy complicado coordinar todos los trabajos y estandarizar los procedimientos sin tener un ERP.

 

Departamento de sistemas dedicado a mantener los programas

Cuantos más programas y sistemas se utilizan, más recursos se deben destinar a su mantenimiento. Con una única plataforma de gestión, el departamento de informática puede dedicar su tiempo y conocimiento a la mejora competitiva mediante la tecnología, entre otras tareas de alto valor añadido para el negocio.

 

Deficiente atención al cliente

Cuando se pierde una factura, no se sabe cuándo va a pagar un cliente, si ha recibido el producto o cualquier otra incidencia que repercute de forma negativa en la atención al cliente, es el momento de mejorar la gestión de la información y la documentación.

 

Falta de respuesta a nuevas necesidades

El sistema de gestión y, cada vez más, la empresa; debe ser capaz de adaptarse continuamente a cambios del mercado y nuevas necesidades del cliente. Si el cambio es demasiado lento o peor aún, imposible, se necesita buscar una solución en la que un ERP tiene mucho que aportar.

 

Adaptación a los retos del futuro

¿Y si a medio plazo la empresa se internacionaliza? Cualquier reto de futuro que se quiera abordar (digitalización, innovación y desarrollo, internacionalización, nuevos modelos de negocio, certificaciones de calidad, cambios legislativos…) no puede suponer un nuevo cambio de sistema de gestión. Elige un ERP modular y con garantía de desarrollo; y no tendrás que cambiarlo nunca.