Cambiar de ERP en la empresa, en cierto modo, tiene similitudes con el cambio de vehículo en la vida personal. Cualquiera que haya tenido un coche durante un período de tiempo más o menos largo, reconocerá estas deficiencias. Mientras tus amigos conducen coches modernos, eficientes y bonitos; tú te quedas con un trasto obsoleto y oxidado, que no es capaz de mantener el tipo como solía y te genera más gastos que nunca. Así, lo normal es que comiences a buscar un recambio…
Cambia antes de que se le caigan las ruedas
¿Te suena? Debería, porque es precisamente la posición en la que se encuentran muchos negocios cuando les llega la hora de mejorar sus sistemas o sustituir un ERP. Está desfasado, no cumple con el objetivo, es ineficiente y está malgastando dinero.
Los dueños de un automóvil con estas características comienzan a buscar la forma de sustituirlo, antes de que “se le caigan las ruedas”, mientras que los responsables de una empresa se inclinan a pensar que su ERP puede aguantar un año más, con los riesgos que eso supone. ¿¡Por qué!?
El GTi de un ERP
Una vez que reconoces que tu software ERP ha concluido su vida útil, es hora de explorar posibles opciones más modernas y mucho más eficientes. En esta fase, como el comprador de un automóvil, se debe tener en cuenta todas las opciones existentes y medir las necesidades de forma precisa. Un robusto ERP 4×4 que pueda gestionar grandes cantidades de datos, un modelo deportivo que acelere los procesos o un eficaz utilitario que mejore el trabajo diario de todos los departamentos.
También es recomendable considerar sistemas que puedan cubrir las necesidades de un determinados sector industrial. Un tractor no es bueno para los desplazamientos diarios y un Ferrari no duraría ni cinco minutos en una granja. Del mismo modo, una empresa de construcción tiene requerimientos muy diferentes que un negocio retail en cuestión de ERP.
Salir a rodar
Asegúrate de que aprendes todo lo que puedas sobre tu nuevo ERP antes de dar la primera vuelta. No quieres sorpresas desagradables, así que asegúrate de tener todo bajo control de modo que puedas evitar errores en la preimplementación al cambiar de ERP.
Las adaptaciones específicas pueden ser necesarias para ajustar los procesos actuales y asegurar que el ERP trabaje a la perfección con cualquier software existente en la empresa. Lo más recomendable es hablar con un proveedor experto que pueda ofrecer asesoramiento sobre un sector determinado, más que crear una solución a medida. Ahorrarás tiempo, dinero y no encontrarás restricciones cuando necesites actualizarlo.
Al fin y al cabo, no pagarías más de la cuenta para ampliar el maletero y poner ruedas todoterreno a un Mini cuando simplemente puedes comprar un Land Rover.
Cuando estás implementando un nuevo sistema ERP, quieres asegurarte de que va a beneficiar tu negocio. El software adecuado tendrá la flexibilidad para coordinar tus procesos, ahorrarte tiempo y dinero, y mejorar la resistencia futura de la empresa.
Si quieres seguir el camino de un ERP más efectivo, contacta con nosotros y te guiaremos en la buena dirección.
Adaptación realizada a partir de la traducción de un artículo de nuestro colaborador QBS Group en su blog ERP Central.