El pasado mes de mayo se conmemoró el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, efeméride marcada en rojo en el calendario de la gran mayoría de países del continente por su significado histórico. Recientemente hemos encontrado un caso práctico sobre análisis de datos sobre ese evento, que como todos los análisis de la guerra, muestra una información apabullante sobre la que queremos reflexionar.
La historia de la Segunda Guerra Mundial es conocida y desconocida a partes iguales. Por un lado quien más quien menos conoce los hechos a grandes rasgos, el desarrollo del conflicto y las consecuencias, tanto la gravedad del coste humano como la influencia política hasta nuestros días. Pero en un conflicto de tal envergadura se hace difícil conocer ciertos detalles, que aún siguen en investigación; y sobre todo, en la distancia de los años, los datos se toman de una forma muy basta. Es precisamente lo que ocurre con las cifras de víctimas.
Que el eje tuviese unas bajas civiles de 8 millones de personas es una cifra que impacta. Pero la información es incompleta cuando son sólo números. Si decimos que en el eje murieron una cantidad de civiles superior a la población de toda Cataluña, la cifra asusta y nos ayuda a comprender la magnitud de la tragedia. El dato está incompleto si no se analiza, si no se compara: si no se ve.
Como reza la frase de Erich Maria Remarque (atribuida a Stalin erróneamente): “una muerte es una tragedia, un millón es simplemente una estadística”. Los datos son capaces de crear un impacto en nosotros, pero un impacto leve que no nos acerca necesariamente a la realidad. Es un impacto que no perdura y que puede llevarnos al engaño; en el caso de la Segunda Guerra Mundial, los datos pueden llevarnos a algo peor: a una cierta indiferencia.
En este sentido queremos difundir un breve documental que trata precisamente de esto, de la confusión de la estadística durante la Segunda Guerra Mundial; de la parte oscura del dato en un acontecimiento que cambió el mundo por completo. Se trata de The fallen of World War II, un material de gran interés para amantes de la historia, la estadística o cualquier persona con cierta curiosidad. Un caso práctico sobre análisis de datos en toda su crudeza.
En la web fallen.io podemos entrar en un proyecto de Neil Halloran destinado a explicar la guerra y la paz de forma global (no con historias individuales), en menos de 20 minutos. Y sobre todo desde la óptica de los desaparecidos, no de los supervivientes. Un proyecto que merece mucho la pena porque nos enseña y nos golpea en la cara. Un proyecto que nos reeduca, que nos abre los ojos. Pero no con aproximaciones ni puntos de vista más o menos coherentes; ni con explicaciones teóricas o históricas. Nos muestra la realidad para que no podamos escapar de ella; con datos, números e información con mayúsculas.
El citado documental expone de forma brillante la realidad en toda su crudeza. ¿Y cómo lo hace? Como deberíamos hacerlo nosotros en nuestras empresas:
- Con datos de distintas fuentes.
- Con números, porcentajes y estadísticas.
- Con presentaciones gráficas y visuales.
- Con comparativas y cruces de datos.
- Con explicaciones de un mismo dato en base a distintos parámetros.
Este caso práctico sobre análisis de datos acerca de los caídos en la IIGM, en su traducción al castellano, es un cortometraje documental muy recomendable que invitamos a ver simplemente por honor a la verdad histórica. Es un alegato en favor de la paz. Pero también se trata de una muestra excelente de cómo convertir el dato en conocimiento. De cómo conocer la realidad gracias a los números.