Estamos en una economía de los resultados donde conseguir los objetivos empresariales con los recursos disponibles es más importante que nunca. La elevada competencia y la inestabilidad de los mercados ejercen una mayor presión para obtener rentabilidad y, por tanto, para ser más eficientes.

En este contexto, contar con un software ERP es imprescindible para mejorar la eficiencia de la organización y mejorar los resultados de los distintos departamentos. Porque operar en el mundo actual sin conocer los datos clave del negocio y sin la agilidad suficiente para reaccionar a los cambios es imprescindible para que una empresa siga siendo competitiva.

El conocimiento que aportan los datos es clave para marcar objetivos realistas y establecer los recursos necesarios para alcanzarlos; y un ERP ayuda en ambas tareas de cuatro formas básicas:

Orientación a resultados

Los objetivos de la organización deben basarse en un modelo orientado a resultados y un software de gestión es clave para ello ya que contiene la información relevante para medir los resultados. Además, es una herramienta fundamental para alcanzar los objetivos globales más habituales: reducir el tiempo dedicado a tareas de bajo valor añadido (por ejemplo, al envío de facturas), mejorar el servicio al cliente (por ejemplo, estableciendo una secuencia de contacto), reducir plazos de entrega (por ejemplo, agilizando el proceso de pedidos), incrementar las ventas (por ejemplo, reduciendo tiempos en las aprobaciones comerciales), etc.

Creación de oportunidades

La intuición es útil cuando no hay otra cosas, pero los datos no engañan. Una organización que basa sus decisiones en datos consolidados y reales tiene más opciones de alcanzar el éxito en el largo plazo porque estos les ayudan a crear nuevas oportunidades de negocio: creando acciones de fidelización de clientes, buscando formas de captar nuevos clientes, encontrando procesos de mayor rentabilidad, etc.

Optimización de las finanzas

Un programa ERP permite llevar la gestión financiera eficazmente y sin errores. Pero, sobre todo, permite automatizar la contabilidad (reduciendo la dedicación a tareas rutinarias como el pago de impuestos o la reclamación de facturas) y garantizar la precisión en las cuentas (optimizando el flujo de caja o creando alertas en movimientos). Es decir, obtener resultados de una forma lo más eficiente posible.

Gestión de relaciones

Los negocios se refuerzan creando relaciones sólidas con clientes, empleados y proveedores. Utilizar los datos para mejorar los resultados en la gestión de las relaciones facilita la tarea e incrementa el impacto de las acciones. Con un conocimiento adecuado, que posibilitan los datos, se pueden crear campañas exitosas, ampliar créditos a clientes, centrarse en las oportunidades más rentables, mejorar acuerdos con proveedores…

Un sistema ERP es la piedra angular de una empresa productiva, con un trabajo eficiente y, en definitiva, con mejores resultados. La sostenibilidad de una organización depende, cada vez más, de la capacidad para recoger, almacenar, analizar y utilizar todos los datos relevantes para el negocio.