Meditando sobre la presión que un software de contabilidad puede ejercer sobre una empresa en expansión, se me vino la imagen del señor Creosota a la mente, de una forma inmediata y a la vez, desagradable. Para quienes no les suene, es el épico personaje de Terry Jones en el clásico de los Monty Python, El sentido de la vida.
El infame sketch, está protagonizado por un hombre con obesidad mórbida que está cenando en un restaurante francés, donde pide todos los platos del menú, incluso con algunos extras. Tras la panzada, el maître le convence finalmente para tomar una única y delgadísima chocolatina, tras la cual el señor Creosota explota literalmente sobre todo el restaurante.
La escena es una metáfora extrema de lo que queremos trasladar sobre cómo aflojar el cinturón de nuestra pyme. Porque no queremos que ningún negocio llegue al punto del “barquillo de menta”.
Conoce los límites del software de gestión en tu empresa
Un sistema de gestión contable tiene un límite de datos o información que puede soportar. Si se supera ese límite, cualquier acción será el pequeño barquillo de menta y verás explotar metafóricamente tu sistema. Todo un desastre que no puedes limpiar con una fregona y un cubo.
Insertar nuevos niveles de información contable no tiene mayor problema en negocios sin ambición de crecer; pero en una empresa que está experimentando un crecimiento al estilo del señor Creosota, si las cosas no cambian tendrás que tomar el control lo antes posible.
Permite el crecimiento natural del sistema de gestión
Si trabajas en una empresa que utiliza un sistema de gestión limitado como Sage Murano o Eurowin, eventualmente llegarás a una situación donde vas a necesitar un upgrade a una solución que permita a tu empresa crecer. El problema no se presenta de una forma tan instantánea como le ocurre al señor Creosota y su erupción; los signos de que tu sistema comienza a romper las costuras están probablemente ahí, en cuyo caso deberías solucionar el tema antes de que te explote en la cara.
Un sistema ERP no sólo te ayuda a hacer frente a una creciente recogida de información, sino que también sabe cómo usar esa información de forma efectiva recogiendo de cualquier área donde se están insertando datos duplicados. El reconocimiento de estas duplicidades y asegurar que los usuarios sólo tengan que introducir el dato una sola vez permite coordinar el negocio y minimizar el riesgo de una calamidad catastrófica de proporciones “creosóticas“.
Si quieres saber cómo reconocer estos límites en tu software y evitar el momento “pequeña chocolatina”, contacta con nosotros.
Adaptación realizada a partir de la traducción de un artículo de Mark Blackmore, Responsable de Telemarketing para el Reino Unido de nuestro colaborador QBS Group.