¿Por qué impulsar las TIC en las pymes?

Etiquetas: Tecnología

A estas alturas, cuando la tecnología ya no es sólo un apoyo sino en muchos aspectos, una parte muy importante de nuestra vida diaria; ¿aún hay quien piensa que no es necesario impulsar las TIC en las pymes?

Las tecnologías de la información y la comunicación, dada su importancia, forman parte de la estrategia a todos los niveles en las empresas punteras y las pymes no pueden quedarse atrás. Fundamentalmente por dos motivos:

  1. Los clientes demandan nuevas formas de hacer las cosas. Compras más autónomas, información disponible en cualquier momento, diferentes posibilidades de contacto, etc.
  2. La tecnología permite ahorrar costes, realizar procesos más eficientes y desarrollar nuevos métodos; lo que repercute de manera positiva en la competitividad.

Pero lo más importante de todo es que este camino ya se ha iniciado; no tiene vuelta atrás y seguramente, se intensifique a nivel global.

 

Las TIC en la empresa hoy

En 2012, el 96% de las empresas españolas tenían acceso a internet. En el año 2014 casi el 60% de las pymes tenían un ERP. Y durante el 2015 todas las facturas a la Administración Pública se comenzaron a hacer de forma electrónica. Hoy en día cualquier organización se plantea tener una tienda online y ofrecer smartphones a sus empleados (si es que no está haciendo ambas cosas ya).

 

La transformación digital que viene

La transformación digital está cambiando la forma de competir a nivel planetario, lo que supone todo un reto para nuestro tejido empresarial. No sólo por la reducción de costes que puede suponer; sino también por las nuevas formas de hacer las cosas. Hoy en día un grupo de emprendedores sin un solo local están poniendo en jaque a todo el sector hotelero, el medio de comunicación más seguido no crea contenido y la empresa de transporte más grande del mundo no tiene ningún vehículo.

 

Cómo impulsar las TIC en las pymes

Se está realizando una gran labor pedagógica en relación a la importancia de incorporar las TIC en un mercado en continua evolución . Pero no debemos centrarnos sólo es teorizar y exponer los motivos; hay que hablar de propuestas reales y ejemplos prácticos. Estos cambios que estamos experimentando no son una moda, son equiparables a la irrupción de la mecánica para la industria del siglo XVIII o la energía eléctrica en las organizaciones del XIX.

 

Ofrecer seguridad

Es importante también poner el foco en la confianza. El proceso llevado a cabo en los pagos online con los usuarios se debe trasladar al cloud computing, la ciberseguridad o el internet de las cosas. Pero, ¿cómo? En primer lugar, siguiendo con el punto anterior, las empresas punteras y administraciones deben ser pioneras en el empleo de la tecnología; además de difundir los beneficios que se obtienen. Esto nos lleva al segundo punto; la educación, tanto a nivel formativo como en difusión de conocimiento. Por último, los cambios deben ser decididos ya que un cambio a medias supone un mayor riesgo. Nadie espera que de un día para otro se transforme toda una compañía, pero debemos enfrentarnos a pequeños hitos y proyectos con el compromiso que se les da a las prioridades de negocio.

 

Ayudas a la implantación

Otra cuestión que preocupa a la hora de impulsar las TIC, especialmente a pequeñas y medianas empresas, es el esfuerzo requerido. La lentitud con la que se dan los cambios responde más a la incertidumbre y la disponibilidad de recursos que a las necesidades o “ganas”. Las empresas quieren tener una página web a la última, software de gestión puntero y dispositivos móviles conectados; pero a menudo la inversión es concebida como un riesgo. Por ello es importante la labor de ayudar a este tipo de implantaciones por parte de las administraciones: apoyo a la inversión, créditos, acompañamiento, formación gratuita, ayuda en el desarrollo de los proyectos, facilidades para la colaboración entre empresas, programas de sensibilización, subvenciones, etc.

 

Responsabilidad de todos

En último lugar, debemos tomar ejemplo de los países punteros para impulsar las TIC en las pymes. Especialmente cuando hablamos de implicación. Estos cambios son difíciles, producen ciertos desajustes durante un tiempo y sobre todo, generan incertidumbre. Pero el mayor riesgo es no cambiar. Por ello hay que ser conscientes de la necesidad de colaborar a todos los niveles, entre todos los actores de la transformación: administraciones, asociaciones, fundaciones, empresas… y dentro de cada una de ellas, con una dirección clara y apoyo de la cabeza a la base. La coordinación de actividades y el apoyo mutuo se ha demostrado ser el camino más eficaz para acelerar los cambios, mejorar la competitividad y generar más riqueza.