Mitos sobre los ERP que debes olvidar ya

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A la hora de acercarnos al mundo del software de gestión, comúnmente encontramos ciertos mitos sobre los ERP que es necesario empezar a desmontar, ya que ofrecen una visión errónea y nos alejan de los beneficios que puede aportar en nuestra empresa una herramienta de estas características.

En ocasiones escuchamos excusas para no implementar un sistema informático de gestión en la empresa, lo cual es frustrante ya que si una organización no está preparada para implantar un ERP o simplemente no lo necesita; debe ser por causas lógicas y evidentes; no por excusas o desconocimiento.

Por ello, a continuación, derribamos los 4 principales mitos sobre los ERP que se suelen escuchar para que la aproximación a estas herramientas sea más realista.

 

Mi empresa es demasiado pequeña para tener un ERP

El primero de los mitos sobre los ERP se trata de un error muy común. Las organizaciones habitualmente consideran no ser suficientemente grandes para empezar a trabajar con un sistema ERP. De hecho, hemos visto casos en los que una organización de referencia en su sector en el ámbito nacional y con claras necesidades de implantar la plataforma, consideraba que le venía grande por el simple hecho de saber que una reconocida multinacional usaba el mismo software.

Cuando se considera la implantación de un ERP es común ver la cantidad de servicios que puede prestar; pero que los ofrezca no significa que haya que implementarlos. Generalmente, los ERP cuentan con distintos módulos que la empresa puede elegir tener o no; así como aplicaciones externas, desarrollos o complementos que igualmente, se pueden implantar o no.

Por otro lado, es necesario reflexionar sobre las prestaciones de las que se puede beneficiar la empresa. En muchos casos, incluso sin sacar todo el partido posible a todas las posibilidades de un ERP, la inversión merece la pena por la eliminación de riesgos en administración, la fiabilidad de tener el mismo dato en toda la empresa o la automatización de ciertos procesos.

 

Ver módulos imprescindibles en un ERP.

 

Un ERP es demasiado caro

De nuevo, un prejuicio muy extendido y aunque puede haber casos concretos en los que sea así; es falso fundamentalmente por tres motivos.

El primero y evidente es que hay ERP de toda clase. Desde pequeñas soluciones de contabilidad con utilidades básicas para otras áreas de la empresa a un precio muy acotado, hasta sistemas de gestión global para multinacionales cotizadas.

El segundo tiene que ver con el primer mito que hemos comentado. Si la selección, evaluación e implantación del ERP es correcta y fiable, tendremos un sistema adaptado 100% a las necesidades de la empresa. Por tanto, cualquier gasto incurrido, por elevado que sea, tendrá su beneficio exponencial asociado.

Y el tercero; es simple cuestión de números. ¿Cuánto cuesta hacer una misma tarea varias veces en un proceso? ¿Y tener los distintos datos de negocio sobre una misma actividad? ¿Revisar continuamente el trabajo? ¿No cumplir una norma administrativa? Si se reflexiona acerca del coste de no gestionar los recursos de la empresa con un sistema integrado, la respuesta es evidente.

 

Ver el retorno de la inversión de un ERP.

 

La implantación de un ERP es muy costosa

Es evidente que un proyecto tan importante para una organización no es algo sencillo. Requiere tiempo, recursos y objetivos. Si la implantación está bien planificada, la solución bien elegida y el implantador es el idóneo; es un trabajo a todas luces positivo. El coste en estos casos es ridículo en comparación con los beneficios.

Replanteando una pregunta formulada anteriormente, es preciso valorar si cuesta más afrontar un proyecto de estas características que, por ejemplo, seguir años trabajando de forma ineficiente, revisando cada tarea realizada varias veces o destinando recursos a actividades sin valor añadido que pueden automatizarse.

 

Ver cómo implantar un ERP sin morir en el intento.

 

Los procesos de mi empresa son demasiado complicados para un ERP

De nuevo, otro de los mitos sobre los ERP que es una generalización que cae por su propio peso con la premisa de siempre: el mercado es tan amplio que se puede encontrar soluciones de todo tipo. Desde un ERP modular que ofrece distintas alternativas hasta una solución desarrollada a medida, pasando por ERP verticales o los distintos Add-ons. Sabemos que tu empresa es especial y única… ¿pero tanto?

En cualquier caso, la pregunta debe ser otra: ¿quién gobierna tu empresa? ¿Lideras tus procesos o son los procesos los que te lideran a ti? La implantación de un ERP puede ser un buen momento para repensar los procesos, algo que debería hacerse cada cierto tiempo. Los mercados cambian, los sectores cambian… las empresas cambian. Si la organización crece, ¿por qué no se adaptan los procesos a la nueva situación?

Puede que se hayan hecho las cosas “así” durante años, pero es necesario mantener la competitividad de las empresas explorando formas de automatizar tareas, mejorar procesos, encontrar ineficiencias o innovar en la gestión.

 

Ver diferencias entre ERP estándar y ERP a medida.