Para los más frikis de la oficina, hoy es un día especial. El 4 de mayo se celebra en todo el mundo el Día de Star Wars, en homenaje a la saga de La Guerra de las Galaxias; un día elegido para recordar el universo (y negocio) creado por George Lucas.
La celebración de este día nace a finales de los años 70, cuando un periódico británico se hacía eco de la felicitación del partido Tory a Margaret Tatcher por ser elegida Primera Ministra, en una nota que rezaba “May the 4th be with you, Maggie. Congratulations”. El juego de palabras que en inglés recuerda al famoso “Que la fuerza te acompañe”, pronto se convirtió en una excusa para celebrar festivales de cine, promociones de artículos, charlas y demás eventos en torno a las películas de los Skywalker.
Este 4 de mayo nos unimos al homenaje tomando las estrategias de los creadores y gestores de la saga, que se ha convertido en una de las franquicias más exitosas a nivel comercial de la historia del cine.
¿Qué puede aprender mi negocio de Star Wars?
La primera película de La Guerra de las Galaxias fue un producto de gran éxito que creó una saga, así como una potente maquinaria comercial que incluso derivó, para muchas personas, en un estilo de vida. Sin embargo, el éxito de una película no lo es todo, y los productores lograron construir una fábrica de dinero con juguetes, libros, cómics, disfraces, secuelas, precuelas, tazas, papelería… Realmente resulta difícil encontrar un ámbito en el que no encaja un producto relacionado con Darth Vader y compañía. Más aún cuando Disney se hizo con la productora (por 3.500 millones de dólares), obteniendo resultados que incluso sorprenden al gigante de Burbank.
Además del merchandising, con el lanzamiento de las últimas películas (una secuela y un spin-off) hemos podido ver acuerdos con firmas de maquillaje especializadas en su estética, packaging con los personajes en productos como pilas o cereales, menús de comida rápida que comerían en Tatooine; y hasta aviones inspirados en las naves de la saga en una aerolínea japonesa.
Salvando las distancias… ¿podemos seguir el ejemplo de Star Wars en nuestras empresas?
La ayuda de los mejores clientes
La mejor promoción de películas y productos de Star Wars la hacen los fans. Ellos son capaces de hacer cola en taquilla un día antes de los estrenos, celebrar convenciones por su cuenta, acudir disfrazados a diversos eventos; e incluso sembrar sus campos de maíz creando las formas de sus personajes preferidos.
¿Cuántas veces has oído hablar de la influencia de un cliente satisfecho? ¿Y de uno insatisfecho? No hay que darle muchas más vueltas: el cliente es la razón de ser de una compañía. Y por ello se le debe conocer y cuidar. Seguro que ya sabes cómo hacerlo, pero aquí tienes cinco ideas muy sencillas para lograrlo.
A nivel comunicación, es cada vez más importante para las empresas fomentar la participación de los consumidores. Por un lado supone una fuente de conocimiento inestimable, y por otra, una forma de captar nuevos clientes muy interesante. ¿Has pensado en contar con influencers que den a conocer tu actividad?
Productos asociados
Aunque explotar al máximo un producto puede ser altamente rentable (tenemos muchos ejemplos en el mundo del cine, como las películas de superhéroes); lo que la creación de Lucasfilms ha conseguido es mucho más rentable. Star Wars ha logrado crear todo un mundo en torno a una película, sin repetir ni dar una vuelta de tuerca a la primera cinta. Y lo ha hecho creando secuelas (El Imperio Contraataca), precuelas (La Amenaza Fantasma), spin-offs (Rogue One), series de televisión (Las Guerras Clon), cómics (Cuentos Jedi), videojuegos (Caballeros de la Antigua República) o libros (La Última Orden) que se entrelazan entre sí. Entre todas, con sus propios productos, han creado un rico mundo paralelo capaz de seducir a un amplio espectro de personas.
La transformación digital de las empresas supone una oportunidad para desarrollar este tipo de acciones; pero también se pueden crear productos complementarios a la actividad principal, ofrecer servicios distintos que consume el grueso de nuestra base de clientes o crear un negocio a partir de una actividad interna (como explicamos en el punto 5 de este post).
Visión global de la empresa y control de todo el negocio
Algo que Lucas tenía claro, incluso cuando su primera película era sólo un proyecto. En primer lugar, el director aceptó reducir su sueldo con la condición de mantener el control de todo el merchandising: lo que parecía un chollo para los inversores, se convirtió en una jugada maestra para el creador unos meses después. Por otro lado, George Lucas intentó controlar todo el proceso de creación desde el primer momento, llegando incluso a crear su propio estudio de efectos especiales. La nueva empresa, además de ayudar a que el resultado fuese el esperado, fue pionera en la aplicación de efectos visuales en el cine.
Los líderes de hoy en día, más que nunca, deben ser capaces de vislumbrar el futuro del negocio. LucasArts no sólo dio un salto en un negocio cinematográfico que empezaba a apostar por los efectos especiales y la animación, sino que siguió evolucionando y abrazando las nuevas tendencias globales, como la producción de videojuegos (un negocio mayor que la producción de películas hoy en día).
Las claves para seguir este ejemplo son: conocer a fondo el negocio, analizar la información y no conformarse con los éxitos (del mismo modo, no derrumbarse con los fracasos). De este modo se puede entrar en otros sectores o nichos, adaptar el negocio al mundo digital, invertir en proyectos innovadores, reinventar la empresa… y sobre todo, adaptarse rápidamente a cambios e imprevistos.
Los consumidores del futuro
La creación de todo ese universo consigue fans que trasladan su pasión a sus hijos, pero el interés en las nuevas generaciones no se abandona a la idolatría de los progenitores. Además de crear productos destinados a público a priori fuera de la influencia de la fuerza; los responsables del estudio han sembrado el interés por ese mundillo en los más pequeños desde un primer momento. Podríamos hablar de remasterizaciones, mejoras técnicas y aumentos de metraje como excusa para estrenar de nuevo las películas y enganchar así a toda una nueva generación. Pero tenemos un mejor ejemplo en el pueblo de Los Ewoks, personajes peludos y primitivos, caracterizados por su inocencia y simpatía. Estos personajes tienen todo para conectar con los más pequeños antes de que se sumerjan de lleno en el lado oscuro. Por ello, además de un papel destacado en una de las principales películas, tienen su propia serie de dibujos, dos largometrajes propios y varios juegos de mesa.
El ejemplo de esta galaxia tan lejana nos puede llevar a pensar en cómo adaptar productos y servicios a los más pequeños. Puede que incluso nos lleve a pensar en cómo podemos convertir la empresa en una organización kid fiendly. Pero abramos más la mente con el objetivo de llegar a otros públicos. ¿Puede nuestra empresa especializada en mediana empresa, ofrecer servicios a grandes multinacionales? Difícil… pero, ¿podemos adaptarnos con una línea de negocio para pequeñas empresas? ¿Para comercios? Quizá podamos crear una aplicación que resuelva un problema fundamental que dominamos y ofrecerla a bajo coste a emprendedores y autónomos. ¿Podríamos crear muchos pequeños ingresos de forma recurrente con mínimo riesgo?
El negocio paralelo
Enseñanza clave y fundamental de la marca Star Wars: todo negocio principal puede generar un negocio paralelo. Como el merchandising asociado a las películas. A día de hoy, se estima que las ventas derivadas de todos esos productos superarían los 5.000 millones de dólares anuales. En el caso que nos ocupa, aunque nadie se lo esperaba, este negocio secundario no sólo ha superado al principal, sino que lo ha convertido en cultura popular.
En tu empresa debes identificar los factores diferenciales del negocio y contraponerlos a los de la competencia. De ahí pueden surgir otros modelos de negocio, productos o servicios con los que otras empresa no cuentan. Y no sólo para explotarlos, sino también para impulsar la actividad principal.
Por otro lado, la vigilancia de la competencia puede ayudar en esta reflexión. Un ejemplo típico y en boga hoy en día es el comercio electrónico. ¿Puedes vender tus productos y servicios online? ¿Lo hacen ya tus competidores? Piensa si puedes trasladar tu empresa a la web o mejor aún; si puedes crear un negocio paralelo o complementario en el mundo online.
Cuida el negocio principal
Aunque en los ingresos del producto destaque la aportación de las cuestiones secundarias (como los juguetes), Disney no puede debe descuidar la saga. Incluso generando la menor parte de ingresos, las películas mantienen viva la llama fidelizando al espectador y creando emociones que se monetizan a la salida en la tienda de regalos.
Tenemos muchos ejemplos de empresas que se han reinventado, como Nokia; pero generalmente se hace sobre la base del negocio central (en este caso, la electrónica). Y es que es muy arriesgado romper y dejar de lado lo que te ha dado de comer durante mucho tiempo. Por ello, el objetivo máximo de la empresa debe ser cuidar, mantener y hacer crecer la actividad principal. En primer lugar, esto ayuda a fidelizar a los clientes; y por otro lado, crea un colchón de seguridad para lanzarse a nuevas aventuras.
Y ahora, ¿crees que puedes hacerlo en tu empresa? Seguro que sí, pero ante todo, recuerda… “No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.
Bibliografía:
Disney engrasa la maquinaria “marketiniana” de Star Wars, en Cinco Días.
Cómo Star Wars hizo de su saga una marca, en Puro Marketing.