La crisis sanitaria por el coronavirus, aunque queda mucho por hacer, parece estabilizarse. Poco a poco iremos retomando la actividad habitual, en la medida de lo posible, en las distintas fases de la desescalada; pero los daños que se han producido en muchas empresas son de una magnitud considerable.
Muchas empresas están pasando o pasarán dificultades para seguir adelante, algo que se agravará ante la imposibilidad de predecir lo que va a pasar en el futuro exactamente.
Por ello es necesario llevar a cabo una serie de acciones en nuestras empresas para reiniciar los negocios y retomar la actividad lo mejor posible. La crisis del coronavirus puede ser también una oportunidad, pero antes hay que proteger lo que tanto ha costado construir.
A continuación, ofrecemos algunas claves que pueden ayudar a las empresas a superar la crisis del coronavirus para intentar salir reforzadas.
Plan de Tesorería
Un Plan de Tesorería sencillo, a seis meses, que nos ponga en el peor de los casos, nos permite conocer en qué posición estamos: saber si hay caída de ingresos y cuáles son los gastos. Es un paso previo importante para poder renegociar con los bancos o los alquileres; pero además, nos mostrará los costes que podemos reducir o suprimir.
Ajuste de cobros y pagos
Existen una serie de pagos que no se pueden sortear y quizá nos encontremos en una situación en la que no tenemos liquidez. Por ello, lo primero que hay que hacer es asegurar esa liquidez.
Teniendo en cuenta que la opción más drástica es la menos recomendable, en general; debemos buscar alternativas para gestionar más cobro y reducir pagos. En el caso de la gestión de personas, evitaríamos a toda costa el despido y podríamos optar por replantear contratos; pero nos sirve para cualquier área de la empresa: buscar alternativas en servicios, cancelar inversiones no fundamentales, subcontratar trabajos no esenciales, etc.
Gestión del crédito comercial
Siempre fundamental, ahora es más necesario que nunca. Ante nuevas oportunidades, es preciso analizar las posibilidades reales de cobro mediante informes comerciales.
Por otro lado, es importante reducir el periodo entre venta y cobro al máximo. No retrasar el envío de facturas a final de mes, reducir los tiempos de pago, etc.
Una buena gestión del crédito comercial debe prever también un sistema de reclamaciones que controle el proceso. En tiempos de crisis con tantas empresas en situaciones complicadas, dejar pasar las reclamaciones implica que los clientes en dificultades paguen antes a quienes más encima están.
Digitalización
Llevamos años hablando de la digitalización pero esta crisis ha puesto de manifiesto que no se ha tomado todo lo en serio que debería. Si no lo habías hecho ya, debes plantearte la digitalización de la empresa.
Dependiendo de las circunstancias, hay muchas formas de digitalizar la empresa. Dos de ellas se han destapado como casi imprescindibles durante la pandemia del coronavirus: la implantación del teletrabajo (con todo lo que ello supone en sistemas, procesos y plataformas) y el comercio electrónico (que ha salvado del cierre a muchas empresas y negocios).
Buen software de gestión
También es algo que ha sido fundamental en los meses anteriores, pero que se torna imprescindible en tiempos difíciles. Tener un ERP moderno y actualizado no sólo ahorra tiempo y reduce trabajos innecesarios; sino que puede aportar importantes mejoras en distintas áreas de la empresa.
Tomando el ejemplo del crédito comercial, un ERP como Dynamics 365 Business Central automatiza todo el proceso y asegura una parte fundamental del mismo: tener los datos bancarios, personas de contacto, forma de envío y direcciones en un mismo lugar para toda la organización.
Anticipación
En un entorno tan complejo, con una crisis tan acentuada y sin ninguna certeza, ¿cómo me puedo anticipar para aprovechar cada oportunidad? La información es clave y la forma más solvente de obtenerla es analizando datos.
Un software de business intelligence como Qlik permite recoger todos los datos que se generan en la empresa, consolidarlos, analizarlos y visualizarlos de tal forma que permite comprobar hipótesis, descubrir datos ocultos, tomar decisiones informadas, detectar tendencias y formular preguntas.
Gestión de proveedores
Una buena gestión de proveedores se forja a base de confianza durante mucho tiempo y siempre da sus frutos. En momentos como el actual, también ya que en caso de problemas se puede acudir a los proveedores de confianza para aplazar pagos.
La confianza siempre es una garantía. Los proveedores deben saber que se les va a pagar, aunque sea tarde. Así, resulta útil negociar los plazos y concentrar compras para unas mejores condiciones.
Protección frente a la morosidad
Frente a los problemas de liquidez, es mejor pagar lo que se ha generado con el reinicio de la actividad y negociar las deudas provocadas por el parón. Un par de meses de impagos a proveedores, arrendadores o bancos no suelen acabar en el juzgado; por lo que es importante tratar de ponerse al día una vez se retoma la actividad y la facturación.
En este sentido, conviene dar explicaciones y ceder de alguna forma, mostrando un compromiso para ponerse al día con los pagos. Evitar la judicialización es crítico, además de un ahorro de tiempo y costes futuros.
Financiación
Si las medidas puestas en marcha no son suficientes para obtener liquidez, se puede acudir a las líneas de financiación de las Administraciones Públicas. Como alternativa, tenemos la financiación tradicional: bancos, inversores privados, business angels, socios… e incluso alternativas como el crowdfunding.
Teniendo en cuenta que no sabemos si esto serán dos meses o dos años, aunque no existan problemas de liquidez ahora, puede ser un buen momento para buscar las mejores opciones de financiación en una posición de ventaja. De este modo, nos protegemos frente a posibles impagos que poco a poco lastren nuestra liquidez, nos centramos en la gestión diaria de la empresa y nos “olvidamos” de la caja.
Aplazamiento de impuestos y ayudas
El Gobierno ofrece un aplazamiento de impuestos por la crisis del coronavirus (hasta 6 meses con los 3 primeros sin intereses). Aparte, cada Comunidad Autónoma ha lanzado sus propias medidas de ayuda para las empresas.
En el caso del País Vasco, SPRI -por ejemplo- ofrece una batería de ayudas de distinto tipo que pueden ser de gran interés tanto para paliar los daños como para apuntalar la reconversión.
Flexibilidad
La crisis del coronavirus nos ha traído varias lecciones importantes, pero dos de ellas son muy relevantes para la empresa: hay muy pocas cosas realmente imprescindibles y debemos estar siempre preparados para cambiar.
Para sortear esta crisis, las empresas se están haciendo flexibles a marchas forzadas. Y se puede aplicar esa flexibilidad de muchas formas según el área: teletrabajo, bolsas de horas, ERTEs, producción flexible, turnos, etc.
Búsqueda de nuevos clientes
Es posible que el negocio haya cambiado durante estos meses, y por tanto, también ha podido cambiar el cliente o su forma de consumir.
La experiencia de compra en muchas empresas no será la misma, menos aún en comercios (que deberán adaptarse a una serie de medidas en cuanto a seguridad, distancia física y limpieza de desinfección).
Sea como sea, en el sector que sea; hay que evaluar esos posibles cambios y adaptarse a ellos. Quizá con una tienda online, con un servicio a domicilio, con contacto remoto, con medidas de seguridad visibles…