Reducir gastos incrementando beneficios

Etiquetas: Competitividad

Las empresas necesitan clientes a los que facturar y cobrar: ese es el primer paso para obtener la máxima rentabilidad en un negocio. Es el principal ingrediente para una receta de éxito y la mínima garantí­a de supervivencia. Pero siendo la cuestión fundamental y básica, no es lo único en lo que se debe trabajar para hacer que la compañía progrese: existen otros factores relevantes para la mejora competitiva como reducir gastos, la mejora tecnológica, las inversiones estratégicas o un largo etcétera de posibilidades.

Controlar el gasto aumentando los ingresos debe ser un objetivo a perseguir por cualquier empresa. Los pros son evidentes: mayores beneficios, menor riesgo, mejora competitiva… la panacea para el éxito. La cuestión es, ¿cómo hacerlo?

 

Reducir gastos en la pyme

No es tarea fácil, pero existen formas de buscarlo. Las nuevas tecnologí­as por ejemplo, pueden ayudar en este sentido. El uso adecuado de redes sociales permite contactar con clientes potenciales a un precio relativamente bajo, las herramientas de automatización de marketing ayudan a mejorar la estrategia de venta con un esfuerzo menor, el email marketing mejora la comunicación al menor coste posible… y por supuesto la web corporativa que ofrece un sinfí­n de oportunidades para la conversión sin una dedicación de recursos tan intensa como requiere la actividad comercial tradicional: landing pages, descargables, chat web, newsletter, formularios, webinars, casos de estudio, blog, etc.

El objetivo de mejorar los beneficios ha de ser una decisión estratégica que involucre a toda la empresa. Remando todos en la misma dirección, es posible generar ideas que tengan sus propias tareas de mejora a lo largo y ancho de la empresa. Sin olvidar que la parte fundamental es establecer las estrategias y los pasos a dar para conseguir cada objetivo, algunas de las ideas que podemos inculcar en el equipo son las siguientes:

 

Conocimiento y cuidado del cliente

Este enfoque influye en la forma que se da a todos los procesos, desde la comunicación hasta el desarrollo de productos. El conocimiento del cliente es fundamental para ofrecer productos y servicios de su interés, del modo más adecuado teniendo en cuenta sus necesidades y gustos. De este modo el proceso de venta se acorta lo que repercute de forma positiva en los gastos.

 

Formación

Cada vez más relevante en entornos competitivos (así como en el mercado laboral actual), el aprendizaje y la experiencia permite hacer el trabajo mejor, más rápido y con empleo de menos recursos. Además, la velocidad a la que evoluciona la tecnologí­a requiere formación continua; y teniendo en cuenta que es un factor clave de competitividad, contar con perfiles que evolucionen en este sentido es determinante.

 

Fomento de las conexiones

La colaboración ofrece muchas posibilidades para el desarrollo del negocio, por ello una buena forma de invertir el tiempo puede ser el networking, la participación en eventos, la creación conjunta de casos de éxito con clientes y el fomento de todo tipo de encuentros que posibiliten la interacción y generación de sinergias.

 

Ahorro de energía

Si bien el margen de mejora en muchas empresas es muy estrecho, los expertos recomiendan realizar una reflexión en este sentido para reducir el gasto. Algo tan sencillo como apagar los aparatos (o luces) mientras no se utilizan, consumir aparatos o bombillas eficientes y combatir la climatología con racionalidad son granitos de arena que al año pueden lograr una playa.

Lo mismo se puede hacer con gastos de impresión, telefonía, viajes de empresa u otros suministros.

 

Software de gestión

En muchas ocasiones, la mejor forma de incrementar los beneficios y generar ahorros considerables a futuro puede venir de una inversión. Dependiendo del área de mejora identificada, esta inversión puede ir en un sentido u otro pero lo más común es que las soluciones de gestión tengan algo que ver: un ERP generalmente en procesos de producción, logí­stica o finanzas y/o un CRM en procesos de ventas, marketing o soporte. También es habitual decantarse por software de business intelligence, que permite la consolidación de datos, ayuda a la toma de decisiones, puede realizar estimaciones a futuro y otras serie de utilidades muy demandadas en ámbitos directivos tanto a nivel de gestión como en áreas relacionadas con las finanzas, las ventas, las compras o incluso la fabricación.

Este tipo de herramientas aportan un valor añadido fundamental; y es que mejoran la visibilidad del conjunto de la empresa, pudiendo poner el foco en procesos poco eficientes o mejorables. Porque el desarrollo de la empresa más buscado está en la solución de ineficiencias o en el impulso de procesos clave. Ambas ví­as nos ofrecen el camino para aumentar el beneficio conteniendo el gasto.

 


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