Consejos para seleccionar ERP

Consejos para seleccionar ERP

Etiquetas: ERP

En numerosas ocasiones hemos hablado de las claves a tener en cuenta para elegir un ERP. Las preguntas que hay que hacerse, las cuestiones que se deben valorar, trucos para elegir el mejor… Generalmente, siempre es necesario tener en cuenta las características de la empresa, el sector o los recursos disponibles; pero en esta ocasión vamos un paso más allá con consejos para seleccionar ERP de una forma más genérica.

El objetivo de estas recomendaciones es tener un punto de partida claro sin demasiada evaluación. Dada la complejidad de un proyecto de estas características, posteriormente es necesario un análisis más profundo; pero con estos consejos para seleccionar ERP, tendremos un punto de partida más sólido.

 

5 recomendaciones para seleccionar ERP

 

  • No te precipites.

Quizá la implantación del ERP sea urgente o veas señales que piden un cambio en un futuro próximo. Pero es más importante dar cada paso siendo plenamente consciente de lo que supone y con la certeza de que implica una mejora. Y no precipitarse también supone elegir una herramienta moderna; con casos de éxito y un recorrido sólido. Un ERP que esté en continua evolución e incorpore las últimas novedades, es señal de que puede cambiar si las condiciones de tu empresa o del mercado cambian.

 

  • Evalúa tus sistemas actuales.

Tu empresa, independientemente del software de gestión, tiene una forma de trabajar. Debes ser consciente de las cosas buenas y las cosas mejorables que tiene ese sistema de trabajo; de modo que puedas aprovechar el nuevo ERP para potenciarlas o resolverlas según el caso. Elige un software que, al menos, te permita hacer lo mismo pero de forma más rápida, más sencilla y con menos trabajo.

 

  • Piensa en el futuro de tu empresa.

Quizá ahora no tengas intención de internacionalizar el negocio, ¿pero a medio o largo plazo? Selecciona un ERP que tenga vocación internacional. No confíes en un software que no se adapte a otras legislaciones, que no esté disponible en varios idiomas o que no permita gestionar distintas localizaciones. Y ante todo, elige un ERP que te permita recoger los indicadores clave de tu negocio: son los que te muestran el futuro de la compañía.

 

  • Considera los diferentes roles.

Piensa en las personas que van a utilizar el ERP: pregunta sus necesidades, conoce sus problemas e involúcrales en el cambio. Debes ser consciente de que el nuevo sistema puede ser un desafío pero ante todo es una oportunidad de mejora que difícilmente puede ofrecer otro cambio. Piensa en los roles para definir los permisos de acceso y que la información fluya debidamente.

 

  • Evita condicionar el despliegue.

El mundo cambia y las empresas no pueden ser menos. No te pilles los dedos con el despliegue de tu ERP: sea cual sea la modalidad que elijas, la plataforma debe de poder usarse en tu infraestructura local, en la nube de un proveedor o en la nube del fabricante.

 

Y por encima de todo, confía en tu proveedor. Sea cual sea, debe darte la confianza necesaria para un proyecto de esta envergadura. El partner debe ser un aliado de la organización. Exige acompañamiento, casos de éxito, experiencia del personal, trato directo, buenas prácticas de gestión, formación y servicio de soporte.