La persistencia e intensidad de los obstáculos geopolíticos, macroeconómicos y del mercado en los últimos años han obligado a las empresas más grandes y globales a reevaluar cómo y dónde operan. Entre los impactos más significativos para la función de tesorería, en particular, se encuentra el cambio acelerado hacia la localización de modelos comerciales y cadenas de suministro.
Las empresas necesitan diseñar o rediseñar procesos, flujos de trabajo, flujos comerciales y sistemas para ser más ágiles. Esto incluye una mayor digitalización y automatización, aprovechando el papel cada vez más importante de la tecnología. Esto se logrará mediante un mayor énfasis en datos y análisis predictivos para identificar riesgos antes en lugar de después.
Como con todos los cambios en estrategia y operaciones, el éxito depende de una integración fluida de nuevas soluciones e innovaciones dentro de los sistemas y procesos existentes. En el caso de los esfuerzos para frenar los problemas en la cadena de suministro a través de enfoques como el near shoring (llevar las operaciones a países más cercanos), los equipos de tesorería deberían comenzar con una revisión de extremo a extremo, desde los resultados hasta el proceso y los controles, respaldados por políticas, personas y plataformas: esto proporciona lo que debe cambiarse y actualizarse, en áreas como entidades comerciales, cuentas y bancos.
La función de tesorería requiere nuevas formas de mejorar la previsión de la demanda y las condiciones de suministro en mercados, clientes y socios, así como mejorar la financiación para satisfacer las necesidades de capital de trabajo para una posición competitiva en el mercado. Y también se necesitan nuevos servicios y soluciones bancarias para ayudar a acelerar el cumplimiento desde la producción hasta la venta, y minimizar los excedentes no planificados.
Tres nuevas normas en tesorería a tener en cuenta
A medida que los equipos de tesorería consideran sus opciones, podemos identificar tres buenas prácticas para la transformación.
En primer lugar, hay que desacreditar el “mito” de talla única, ya que ya no es viable ni efectivo que un único socio bancario global proporcione soluciones de primera clase en todos los mercados. La solución bancaria regional ofrece los beneficios duales de reducir el riesgo al no depender excesivamente de un único contraparte bancario, al tiempo que aumenta el apoyo de mercado relevante para el negocio, especialmente a medida que las operaciones se localizan para adaptarse a las nuevas dinámicas de la cadena de suministro.
En segundo lugar, los equipos de tesorería solo deben buscar utilizar tecnología y plataformas de vanguardia para lograr operaciones holísticas, escalables y agnósticas. Por ejemplo, en lugar del lastre de soluciones y sistemas obsoletos, pueden obtener resultados utilizando la nube en lugar de una red local. Además, pueden recurrir a las APIs para una conectividad más efectiva y confiable en la ejecución de transacciones, informes y conciliación.
Y en tercer lugar, los equipos de tesorería deben incorporar los objetivos y consideraciones del negocio y su ecosistema en sus soluciones. Este tipo de colaboración exige una nueva mentalidad, acercando las funciones financieras y comerciales en términos de comprensión y colaboración mutuas. La tesorería debería tener un asiento en la mesa para encontrar soluciones que consideren y satisfagan las necesidades del negocio.