Tomar decisiones sin datos fiables es una auténtica temeridad; pero hacerlo sin ni siquiera comprenderlos, es peor aún. Parece una afirmación bastante lógica y que puede ser tomada como válida por todo el mundo, pero la realidad nos muestra que, en ocasiones, ese extremo se manifiesta en nuestras pymes; que no cuentan con garantías a la hora de tomar decisiones acertadas en la empresa.
A menudo encontramos empresas en las que las decisiones se toman en base a percepciones o análisis mínimos, con lo que los resultados no son los esperados en la mayoría de casos (a veces, incluso, también se desconocen los propios resultados). Los datos de los que disponen, en el supuesto de que estén actualizados y sean verídicos, simplemente son una maraña de ideas que pueden estar o no conectadas entre sí, representando la realidad.
Un vistazo a toda esa información puede resultar contraproducente, por lo que es recomendable el uso de técnicas y procesos para estructurar los datos, clasificarlos y relacionarlos para convertirlos en verdadero conocimiento.
Las herramientas de Business Intelligence y Business Analytics nos pueden ayudar enormemente en este sentido, recogiendo datos de múltiples fuentes para conectarlos y mostrar una visión amplia de lo que sucede, tanto dentro de la empresa como en su entorno. De este modo, la toma de decisiones se hace mucho más sencilla y sobre todo, eficaz.
El análisis del negocio es una tarea que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en vital para las empresas que compiten, cada vez más, en mercados más amplios y competitivos. De este modo, se ha hecho habitual la incorporación del llamado software para la inteligencia de negocio, que ofrece los siguientes beneficios fundamentales:
- Extracción y depuración de datos de distintas fuentes.
- Presentación de la información y creación de conocimiento de forma automatizada.
- Accesibilidad a la información mediante una correcta distribución.
- Homogeneidad de los datos, garantizando un análisis correcto.
- Adecuación a las necesidades de cada usuario.
Y todo ello de forma escalable con una finalidad prioritaria: la toma de decisiones ágil, flexible y fiable. Sin duda, beneficios a tener en cuenta a la hora de plantearse una instalación de este tipo de software, que si bien supone un pequeño esfuerzo inicial, merece la pena para mejorar el rendimiento de la compañía y aumentar la competitividad.